jueves, 12 de marzo de 2009

Nuevas tecnologías y antiguas técnicas

Ligar, conocer gente, quizá enamorarse, son aspectos de las relaciones humanas que han ido cambiado con los siglos...¿o no?.

Antes salíamos los fines de semana con nuestras mejores galas dispuestos a comernos el mundo (o lo que fuera) y, quizá encontrar a alguien que mereciera la pena. Ahora tenemos internet, lo cual permite no tener que ponerse de punta en blanco, ni siquiera ducharse, y poder conocer gente desde la comodidad del pijama y las zapatillas (si hay webcam solamente hay que vestirse la parte superior, generalmente). Permite mentir, incluso, ¿pero realmente nos ahorra muchos pasos?. Yo creo que no. La diferencia está en que el primer encuentro no se produce en un local oscuro, generalmente lleno de humo, con ruido y algunas copas (bueno, el que beba en casa chateará con alcohol en sangre, pero eso es otra historia...). Repito: EL PRIMER ENCUENTRO. Porque que no se nos olvide que el objetivo de conocer a alguien en internet sería llegar a hacerlo en persona, y eso tiene mucho en común con conocerse en un bar.

De acuerdo que la primera impresión ya es diferente, que se puede llegar a conocer mucho a alguien después de horas interminables de charlas intempestivas sobre intimidades inimaginables, pero ojo, que no es oro todo lo que reluce:

1) Puede ser que esa persona que te encanta cibernéticamente no te atraiga PARA NADA en persona, o viceversa. Si ninguno de los dos os sintierais atraídos no es problema, porque siempre es bueno hacer nuevas amistades, ¿pero si no es el caso?...

2) Las charlas por internet, sin una persona delante que nos mire con cara de "¡¿Pero qué me estás contando?! ¿Qué te pasa en la cabeza?" nos pueden llevar a dar demasiada información de esa poco deseable (tipo "colecciono insectos que cojo con mis propias trampas" o "pintar figuritas de plomo de un juego de rol era mi único pasatempo en la adolescencia"). En este caso, es muy probable que no se consiga quedar, o que la chica con quien se quede sea rara, rara, rara...(más que tú, que ya es decir...y no suelen ser muy femeninas, además de tener muchas veces algún trastorno psciológico más o menos grave).

Con esto no quiero desprestigiar internet, ni decr que el método de "nena, ¿estudias o trabajas?" sea mejor (gente rara hay en todas partes), sino dar algunos consejos fruto de la experiencia:

a) Conocerse cuanto antes, pero no ir necesariamente con la intención de enrollarse: Se puede (a veces se debe) seguir charlando por internet, pero es mucho mejor tener una idea de quién es la otra persona. De esta forma, además, si no hay atracción no se pierde el tiempo.

b) "Cuanto antes" no significa en un par de días: Parecer desesperado por conocer a una chica da la mpresión de ser un psicópata, y eso no es muy atractivo. Si se habla con regularidad un par de semanas, incluso un mes, es un tiempo razonable. Eso sí, no cuentes cosas de esas que te avergonzarán cuando te las recuerden en persona...Recuerda: el "que me quieran como soy" solamente vale cuando ya la has enamorado; ahora se trata de maximizar las oportunidades de que aguna mujer se te quiera acercar y descubra lo increíble que eres...con el tiempo.

c) Queda en sitios públicos que conozcas: Ninguno de los dos sabe si el otro es un loco peligroso recién fugado de un penal y buscado internacionalmente, así que mejor no darse direcciones ni quedar en casa.

d) No te muestres ansioso por cambiar teléfonos ni quedar, pero tampoco pasota. Es difícil, pero a veces surgen oportunidades del tipo "me encantaría ir a ver la exposición de Star Wars" que deberías aprovechar (normalmente no son trampas para medir tu frikismo). De hecho, puedes hacer sugerencias tú, pero ojito con la temática...

e) El cine no es bueno para una primera cita: no puedes meterte mano, porque no te conoces, ni hablar, porque molestas. Son mejores cafés o cenas, por ejemplo.

Esto es solamente el principio, porque el apasionante mundo del ligoteo, tanto real como virtual, es inmenso. Prometo más...